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?Un rayo de siete mil colores ha caído sobre Granada. Camino deslumbrado. Ningún escritor de la tierra podrá dar jamás la visión panorámica de esta mañana ardiente en las diez horas de la maravilla. El fuego blanco del sol se filtra por el tolderío. Llego a la plazeta de la Catedral, de triple pórtico de piedra, recuadrado por los muros de casas de cuatro pisos. Los balcones cubiertos de tapices, brocados, sedas, mantones, alfombras, rasos, gasas anaranjadas. Millares de mujeres menean sus abanicos, cuya silueta se alarga y encoge en las colgaduras. Zigzaguean en lo azul, multitud de palomas.Se reúnen aquí las descripciones que, durante su viaje por España entre abril de 1935 y julio de 1936, Roberto Arlt hizo de Granada y que publicó en su columna Aguafuertes del periódico de Buenos Aires El Mundo.