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Ya es verano, y gracias a su empeño y determinación, Mobuko ha logrado un pequeño milagro: finalmente es capaz de mantener una conversación con el chico que le gusta. Mobuko espera que, a partir de ahora, las cosas sigan así para siempre, pero su compañero de trabajo Abe-san le advierte sobre el peligro de no arriesgarse en el amor. ¿Qué le deparará el futuro a Mobuko?